Existía una gran dificultad para encontrar las palabras,
sin dejar aúnn así espacio para el silencio.
Sé ahora que ellas nunca se escondieron estuvieron ahí,
cargadas, sí... atascadas de emoción.
Durante este tiempo, que ya es mucho,
me he reclamado no haberte dicho:
"te quiero". "Quédate".
Descubro entonces que sí...
Sí! lo dijimos... y fuimos los 2.
Pese a nuestra cobardía lo nombramos.
Ocurría, claro, en el momento que quién sabe quién
me dijiste que lo sugería: -no te vayas sin decir te quiero...
Haciendo caso a don mario aplica el viceversa:
no digas te quiero cuando te quédes o,
decir te quiero cuando te vas.
Quizás por eso ahora la tristeza.
Nos lo hemos dicho ya "te quiero"
y con mayor atrevimiento "te extraño".
Está dicho. Pues nos queremos... nos vamos.
Tengo un problema con la razón,
reclama su presencia, es necia.
Le he dicho que ya no, es más a veces dudo que sea ella.
Me pregunta sí alguna vez en verdad fuimos 2 en esta historia.
Me contagia la necesidad de saberlo.
Por mi parte aseguro mi permanencia.
Le propongo a usted reconstruir está historia,
como un favor,
como un motivo,
como un pretexto,
no por usted, sino porque yo lo necesito.
Saber en que paso caí al vacío...
que es decir estar sin usted...
Guardar silencio
entre tanto que decir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario